Más vale prevenir que curar

El modo más sencillo de controlar a las malezas es no dejar que nazcan en primer lugar. La importancia de los preemergentes se combina con la necesidad de frenar el avance de las resistencias.

Además de ser el más sencillo, la prevención es el modo más barato de controlar a las malezas. Por ello,  comenzar limpio es la clave. De otro modo se seguirá lidiando con malezas durante toda la campaña.  Mirado al revés de estas recomendaciones, la receta para fallar en el control de las malezas es empezar “sucio”, no utilizar un herbicida residual y aplicar un post emergente demasiado tarde.

Bajar la presión, con preemergentes. Los herbicidas preemergentes son una herramienta indispensable para disminuir la densidad de emergencia de malezas. Su utilización tiene dos consecuencias indirectas de importancia. Por un lado, nos da tiempo para realizar la siguiente aplicación, cuando sea necesaria. Por el otro, nos asegura la efectividad del herbicida posterior, que se encontrará con menor cantidad de plantas a controlar.

Los preemergentes le dan “aire”  al cultivo en los primeros estadios, y actúan disminuyendo el banco de semillas.

Realizar un barbecho químico, utilizar preemergentes, postemergentes, mezclas, apostar a los cultivos de cobertura, repensar la rotación, ninguna de todas las decisiones que el productor enfrenta a diario en el lote puede tomarse sin un adecuado monitoreo. Y esto implica ir periódicamente al lote, recorrerlo y anotar lo que se observa. Además de permitirle tomar la mejor decisión en cada momento, esta práctica facilitará la planificación de futuras campañas, por poseer información detallada de cada lote.

El clima planteará también desafíos, comenzando con conseguir que los herbicidas aplicados en el suelo sean incorporados al mismo, activando sus principios. La puntualidad de las lluvias o la irrigación también es desafiante.

El tamaño de las malezas también importa. Asimismo la identificación apropiada de la maleza en la selección del herbicida correcto.

Se recomienda un abordaje programático para controlar las malezas. Un sistema total de control es la clave y éste debería incluir una aplicación presiembra, seguido por un tratamiento en preemergencia y luego en postemergencia.

El costo de la inacción. Abandonar los lotes a su suerte tiene sus consecuencias, a veces dramáticas.

En primer lugar, por el impacto que provoca en el resultado productivo. Durante el periodo de barbecho, las malezas consumen nutrientes y agua que no estarán disponibles para el cultivo sucesor, impactando esto directamente de forma negativa en el rinde.

Otra consecuencia que se aprecia es el aumento de costos. Una gran cantidad de malezas con un importante desarrollo implica que para su control habrá que recurrir, en la mayoría de los casos, al doble golpe con herbicidas, práctica de mucha eficacia pero de alto costo si se la compara con un barbecho habitual.

Frenar las resistencias. El control de las malezas se ha vuelto más desafiante en los años recientes con las malezas resistentes a herbicidas haciendo estragos sobre las estrategias de manejo. Sobre-utilizar un producto o un modo de acción empeora seriamente el problema.

¿Cómo evitar que la solución sea más grande que el problema? Existen opciones y estas se relacionan con mezclar y combinar tecnología de control de malezas.

En el ambiente actual de la agricultura, donde múltiples factores pueden impactar en tu resultado final, el término “sitio de acción” podría aparecer potencialmente en alguna discusión sobre control de malezas y uso de herbicidas. 

Pero aún sí no es un tema acalorado de conversación entre los productores, un entendimiento básico de la ciencia detrás de esto es algo que todos deberían contar en su “caja de herramientas”. El primer paso es entender que hay una diferencia entre el modo de acción de un herbicida y el sitio de acción, en tanto no son términos intercambiables. El modo de acción es la secuencia de eventos sobre los que el herbicida apunta a un particular proceso bioquímico de la planta (como la fotosíntesis), lo que luego causa daño o muerte. El sitio de acción describe los sitios bioquímicos específicos dentro de una planta que el herbicida afecta directamente, lo cual luego impacta negativamente en el crecimiento y desarrollo de la planta.  Dicho sencillamente es una comparación micro VS macro, en tanto los sitios de acción son un subgrupo dentro del modo de acción.

Existen 10 diferentes modos de acción y alrededor de 30 diferentes sitios de acción; y cada sitio de acción ha sido numerado con un valor, como parte de un amplio standard industrial.  Dado esto, cada etiqueta de herbicida lista un número de sitio de acción que representa para el usuario cómo ese herbicida en particular, si es usado de modo apropiado, impacta negativamente sobre plantas no deseadas.

Ningún sitio de acción está libre de fallos o es 100% efectivo en el sentido de que algunas familias de herbicidas son inmunes a desarrollar resistencia.  La analogía sería con lo que ocurre con los gérmenes en humanos que son resistentes a farmacéuticos y antibióticos, que desarrollaron resistencia a ciertas drogas, tal como las malezas han desarrollado resistencia a ciertos herbicidas.

La recomendación a los productores es no sólo aprender de los sitios de acción y entender cómo la ciencia encaja dentro del control de malezas, sino también ser más estratégicos cuando se trata del sitio de acción que están usando tanto en el corto como largo plazo. Si están usando algo que contiene múltiples sitios de acción, eso le dificulta más a la maleza el desarrollar resistencia, pero aún así puede pasar. Rotar sitios de acción y no usar los mismos de un año a otro es un buen paso para ayudar en la prevención de la resistencia a largo plazo.

Recomendación Mainter. Pledge (FLUMIOXAZIN 51WG) es un herbicida Premium de Mainter que brinda el más amplio espectro de control de malezas difíciles, con gran eficacia y residualidad.

Como herbicida preemergente para el control del más amplio espectro de malezas de hoja ancha y la supresión e las gramíneas con un excelente efecto residual en muchos cultivos. Además, se puede usar en desecación en mezcla con glifosato para manejo de barbecho acelerando la desecación de malezas de difícil control y resistentes a otros herbicidas.

Ideal para barbechos cortos, largos y preemergentes, la recomendación apunta aplicar en barbecho junto con Glifosato en dosis de 100 gr/ha o aplicar en pre-siembra o inmediatamente después de la siembra en dosis de 150 gr/ha para un control residual.

La tarea de bajar la presión de malezas y frenar las resistencias, está al alcance de los productores. Y eso es una buena noticia.

(Recuadro)

Pledge

BENEFICIOS

  • Control excelente de malezas difíciles (Coniza, Hierba caliente, Malvas)
  • Mejor herramienta para manejo de malezas resistentes y de difícil control
  • Excelente relación precio/residualidad, permite más días sin la presencia de malezas y sin competencia potenciando el rendimiento.
  • Mejor selectividad para cultivos de Soya, trigo y Girasol.
  • Su baja solubilidad en agua permite que permanezca en los primeros centímetros del suelo sin ser lixiviado, dando excelente acción residual en el suelo.
  • Versatilidad, Puede usarse en preemergencia y en barbecho sin restricciones de rotación.
  • Sinergismo con Glifosato, acelerando la velocidad de desecación